8 de mayo de 2008

A LA REJA!!!... 1º Parte


A la reja!!!... En una de esas "andadas" donde dejaba mis huellas nocturnas, la caída más baja que he tenido se produjo cuando bordeaba los 15 años, creí haber superado mi primera borrachera traviesa, casi inocente; sin embargo, la vida me preparó una nueva jugada a mi poca experiencia en este mundo.

El contexto era una fiesta patronal que se celebraba en el distrito de San Agustín de Cajas en Huancayo a horas de las 9 de la noche aproximadamente; y pues en esa época que era finales de Agosto el frío es tan terrible como las ganas de querer vivir experiencias. Unos amigos me alentaron a aplacar el frío con un licor, llamada por los lugareños como "caliente" y su formula consistía en aguardiente, té y miel -creo-; y ahora que lo pienso con esos ingredientes cualquiera vuela.

El recuerdo de mi primera borrachera de la cual nunca olvidé pero que tampoco nunca aprendí me decía al oído que no cometiera nuevamente el error de beber ese aguardiente dulce y a la vez traicionero, sin embargo, empecé a empinar el codo y a decir: ¡Salud!, ¡Salud y que suene más fuerte el huayno!

Mis primos que eran mayores y conocían mejor el pueblo de San Agustín de Cajas empezaron a piropear a la chica que nos atendía en plena calle a un lado de la plaza de ese pueblo, y por consiguiente, yo con un poco más de confianza gracias al alcohol empecé a hacer mis primeros piropos, la cual eran aceptadas por aquella chica mayor que yo, pero atenta de recibir frases no tan subidas de tono y desagradables que ya había recibido de mis compañeros, por supuesto a eso agreguenle la inocencia de mis palabras e intenciones hacia ella.

Después de un buen rato coqueteandole a la chica y al destino uno de mis primos se puso a cantar unos huaynos que hasta ese momento yo no los tomaba con impotancia pero que me hicieron dar cuenta de la calidad de las letras y del buen sonido que vociferaba con mucho esfuerzo. Me uní a él en ese momento y creando un coro de voces seguí la letra de la canción como si ya la conociera, tal vez fue la sangre wanka que recorría por mis venas o el alma de la música que se introdujo en mí, pero fue un momento inolvidable cantar ese huayno.

Tan inolvidable como esa voz que dijo: ¡Levántate carajo!, ¡Tú no te metas o te llevo a ti también!, ¡Ni siquiera puede caminar este chibolo de mierda!...
... continuará

No hay comentarios: