24 de mayo de 2008
A LA REJA!!!... 2° Parte
-¡Despierta, despierta!... este chibolo cojudo no despierta, a qué hora llegarán sus padres a recogerlo. -Tal vez su primo lo dejó y no quiere volver para que sus viejos no lo jodan a él también. Eran las palabras que escuchaba provenientes de dos voces parecidas a las castrenses.
Media hora después ("tal vez")...
-Párate y camina hacia aquí colocando un pie delante de otro -me decía aquella voz.
-Mira a este huevón, se va a sacar la mierda -exclamó la otra voz, al ver que tropecé conmigo mismo.
Unos minutos después (insisto, "tal vez")...
-Ahí viene su primo, y creo que son sus padres los que vienen ahí -empecé a despertar de sorpresa.
-¿Mis padres? -me pregunté y empecé a levantarme sudando de miedo- ahora sí que me sacan la mierda; no, no, no puede ser.
-Mira, ¿qué le pasa este mocoso?...
-Puta mare, mátame huevón, tombo de mierda, mátame de una vez porque si tú no lo haces mi viejo lo va a hacer -empecé a temblar de miedo literalmente- no carajo, yo quiero morirme ahorita, quiero morirme en San Agustín de Cajas, porque sino, llegando a Lima mi viejo me va a matar. Prefiero morirme aquí, que en Lima, mátame, máteme huevón...
Estaban presentes los recién llegados y ya habían escuchado todas mis palabras. -¿Lo escuchó señora? -preguntó uno de los policías- el chibolo se ha mareado demasiado y por eso lo trajimos, su primo dice que sólo estaban tomando "el caliente para calentarse del frío"; pero esto ya es demasiado.
-Además, usted no se lo puede llevar por que deben venir sus padres -agregó el otro policía.
-Pero yo soy su tía, ya pues jefe, déjelo y nosotros nos lo llevamos tranquilo -era la defensa de una tía intranquila por mi repentina actitud bajo los efectos del alcohol.
-Señor policía, yo soy profesora en Lima y él es mi alumno, siempre se saca el primer lugar, estoy segura que se le ha pasado y ha tomado en exceso sin darse cuenta -era la voz de una señora que no reconocía-.
Después de unos minutos de peticiones y ruegos, S/.10 Nuevos Soles hicieron lo que las imploraciones no lograban. Los policías con la cara de sueño y cansados de tanto lidiar con mis abogados improvisados pero con mucha voluntad, asintieron para dejarme ir...
...continuará
Etiquetas:
a la reja,
huellas nocturnas,
san agustin de cajas
8 de mayo de 2008
A LA REJA!!!... 1º Parte
A la reja!!!... En una de esas "andadas" donde dejaba mis huellas nocturnas, la caída más baja que he tenido se produjo cuando bordeaba los 15 años, creí haber superado mi primera borrachera traviesa, casi inocente; sin embargo, la vida me preparó una nueva jugada a mi poca experiencia en este mundo.
El contexto era una fiesta patronal que se celebraba en el distrito de San Agustín de Cajas en Huancayo a horas de las 9 de la noche aproximadamente; y pues en esa época que era finales de Agosto el frío es tan terrible como las ganas de querer vivir experiencias. Unos amigos me alentaron a aplacar el frío con un licor, llamada por los lugareños como "caliente" y su formula consistía en aguardiente, té y miel -creo-; y ahora que lo pienso con esos ingredientes cualquiera vuela.
El recuerdo de mi primera borrachera de la cual nunca olvidé pero que tampoco nunca aprendí me decía al oído que no cometiera nuevamente el error de beber ese aguardiente dulce y a la vez traicionero, sin embargo, empecé a empinar el codo y a decir: ¡Salud!, ¡Salud y que suene más fuerte el huayno!
Mis primos que eran mayores y conocían mejor el pueblo de San Agustín de Cajas empezaron a piropear a la chica que nos atendía en plena calle a un lado de la plaza de ese pueblo, y por consiguiente, yo con un poco más de confianza gracias al alcohol empecé a hacer mis primeros piropos, la cual eran aceptadas por aquella chica mayor que yo, pero atenta de recibir frases no tan subidas de tono y desagradables que ya había recibido de mis compañeros, por supuesto a eso agreguenle la inocencia de mis palabras e intenciones hacia ella.
Después de un buen rato coqueteandole a la chica y al destino uno de mis primos se puso a cantar unos huaynos que hasta ese momento yo no los tomaba con impotancia pero que me hicieron dar cuenta de la calidad de las letras y del buen sonido que vociferaba con mucho esfuerzo. Me uní a él en ese momento y creando un coro de voces seguí la letra de la canción como si ya la conociera, tal vez fue la sangre wanka que recorría por mis venas o el alma de la música que se introdujo en mí, pero fue un momento inolvidable cantar ese huayno.
Tan inolvidable como esa voz que dijo: ¡Levántate carajo!, ¡Tú no te metas o te llevo a ti también!, ¡Ni siquiera puede caminar este chibolo de mierda!...
El contexto era una fiesta patronal que se celebraba en el distrito de San Agustín de Cajas en Huancayo a horas de las 9 de la noche aproximadamente; y pues en esa época que era finales de Agosto el frío es tan terrible como las ganas de querer vivir experiencias. Unos amigos me alentaron a aplacar el frío con un licor, llamada por los lugareños como "caliente" y su formula consistía en aguardiente, té y miel -creo-; y ahora que lo pienso con esos ingredientes cualquiera vuela.
El recuerdo de mi primera borrachera de la cual nunca olvidé pero que tampoco nunca aprendí me decía al oído que no cometiera nuevamente el error de beber ese aguardiente dulce y a la vez traicionero, sin embargo, empecé a empinar el codo y a decir: ¡Salud!, ¡Salud y que suene más fuerte el huayno!
Mis primos que eran mayores y conocían mejor el pueblo de San Agustín de Cajas empezaron a piropear a la chica que nos atendía en plena calle a un lado de la plaza de ese pueblo, y por consiguiente, yo con un poco más de confianza gracias al alcohol empecé a hacer mis primeros piropos, la cual eran aceptadas por aquella chica mayor que yo, pero atenta de recibir frases no tan subidas de tono y desagradables que ya había recibido de mis compañeros, por supuesto a eso agreguenle la inocencia de mis palabras e intenciones hacia ella.
Después de un buen rato coqueteandole a la chica y al destino uno de mis primos se puso a cantar unos huaynos que hasta ese momento yo no los tomaba con impotancia pero que me hicieron dar cuenta de la calidad de las letras y del buen sonido que vociferaba con mucho esfuerzo. Me uní a él en ese momento y creando un coro de voces seguí la letra de la canción como si ya la conociera, tal vez fue la sangre wanka que recorría por mis venas o el alma de la música que se introdujo en mí, pero fue un momento inolvidable cantar ese huayno.
Tan inolvidable como esa voz que dijo: ¡Levántate carajo!, ¡Tú no te metas o te llevo a ti también!, ¡Ni siquiera puede caminar este chibolo de mierda!...
... continuará
LA RESACA DE TODO LO BEBIDO
Mi primera borrachera y con eso vino mi primera resaca. Maldita resaca. Odié estar vivo ese día. Odié aquien me había invitado un vaso de alcohol. Odié por supuesto a los adultos.
- Malditos!, cómo se atreven a inventar esa porquería.
Quién pensaría que una de las travesuras que hace uno de púber iba a ser la peor de las travesuras. Cómo imaginar que algo tan dulce, tan distintamente agradable como el vino y el champagne me iban sacudir y patear el cerebro al día siguiente. No pude siquiera imaginar hace poco que crearía un blog llamado Huellas Nocturnas relatando esta penuria. Era sin duda un castigo a mi boca, por dejar que pasara el alcohol, su penitencia era devolverla, al alcohol por supuesto, y de paso todo el vómito que viene junto a ella.
Y cuando creía yo, que ya todo iba a pasar y la cosa no podía ser peor, apareció el megafono humano de mi mamá, gritandome por supuesto en las orejas por haber hecho esa tontería de tomar alcohol.
Pero qué diablos te haz creído mocoso, no sabes ni limpiarte la nariz y ya estás haciendo porquerías -esas eran las palabras de mi santa madre- No se te vuelva a ocurrir hacer eso de nuevo que te hago tomar tus orines y aprendas la lección a la próxima.
A pesar que nunca lo hizo, lo que sí siempre hizo fue prepararme un caldo de gallina para recuperarme de las resacas cuando ya era un adulto. Por supuesto sus gritos siempre estarían presentes también. Existen otras resacas que serán contadas en otros relatos posteriores, por ahora hasta aquí nomás.
PD: Cuiden a sus hijos y hagan lo posible por que ellos tengan estas experiencias lo mas tarde posible en su vida. No trato de hacer una apología a este vicio, solo contar algunas historias comunes y no muy comunes, reales y tambien fantasías creadas por mi.
- Malditos!, cómo se atreven a inventar esa porquería.
Quién pensaría que una de las travesuras que hace uno de púber iba a ser la peor de las travesuras. Cómo imaginar que algo tan dulce, tan distintamente agradable como el vino y el champagne me iban sacudir y patear el cerebro al día siguiente. No pude siquiera imaginar hace poco que crearía un blog llamado Huellas Nocturnas relatando esta penuria. Era sin duda un castigo a mi boca, por dejar que pasara el alcohol, su penitencia era devolverla, al alcohol por supuesto, y de paso todo el vómito que viene junto a ella.
Y cuando creía yo, que ya todo iba a pasar y la cosa no podía ser peor, apareció el megafono humano de mi mamá, gritandome por supuesto en las orejas por haber hecho esa tontería de tomar alcohol.
Pero qué diablos te haz creído mocoso, no sabes ni limpiarte la nariz y ya estás haciendo porquerías -esas eran las palabras de mi santa madre- No se te vuelva a ocurrir hacer eso de nuevo que te hago tomar tus orines y aprendas la lección a la próxima.
A pesar que nunca lo hizo, lo que sí siempre hizo fue prepararme un caldo de gallina para recuperarme de las resacas cuando ya era un adulto. Por supuesto sus gritos siempre estarían presentes también. Existen otras resacas que serán contadas en otros relatos posteriores, por ahora hasta aquí nomás.
PD: Cuiden a sus hijos y hagan lo posible por que ellos tengan estas experiencias lo mas tarde posible en su vida. No trato de hacer una apología a este vicio, solo contar algunas historias comunes y no muy comunes, reales y tambien fantasías creadas por mi.
Etiquetas:
huellas nocturnas,
la resaca,
todo lo bebido
HUELLAS NOCTURNAS Y MI PRIMERA VEZ
Este es el primer tema de una serie de relatos y anécdotas que en este blog llamado Huellas Noctunas comenzaré a publicar. Espero sus opiniones y también por supuesto sus críticasque serán bievenidas -(nada de insultos)-.
El tema ya habrán leído es "Mi primera vez" y con esto no me refiero a mi primera vez en el sexo; sino a mi primera borrachera, chupeta, sesión de alcohol, o como quieran llamarla. Bueno por ser mi primera publicación en este blog he decidido llamarla tambien de este modo "Mi Primera Vez".
No estaba dispuesto a perderme el Año Nuevo, ya me habia preparado con varios días de anticipación la compra de todo tipo y clase de bombardas, cohetes, ratablancas en fin cualquier cosa que explotase y produjera un ruido estruendoso. Como ya saben muchas personas se inician en la aventura diabólica del alcohol a temprana edad, mi caso fueron a los 13 y por supuesto el culpable fue la algarabía que produce el año nuevo.
Después de haber reventado toda la polvora que pude encontrar, ¿qué más se podía hacer?, y las ganas de vivir estaban despertando más que nunca y esos anhelos de querer ser un adulto lo más antes posible y hacer lo que ellos hacían a sus anchas.
-Hey!, sobró un Champagne- gritó uno de mis primos.
-Pues a chuparlo- dijo otro.
Y yo por supuesto con un poco de paltas acepté.
-Al diablo con las culpas y sigamos bebiendo -exclamé después de media hora- falta el vino carajo!!!.
Estuvimos dale y dale con el Champagne y luego con el vino que ya ni recuerdo la marca, lo que parecía una fiesta de nunca acabar, me pasaron la voz después que sólo duró 2 horas. Sin embargo dentro de esas dos horas recuerdo que eramos los mejores en ese momento, que podíamos conquistar el mundo, que los adultos nos habían engañado con ese cuento que el alcohol hace daño.
-Oe' primo, nosotros somos como hermanos, siempre estaremos unidos tú eres mi pata. -Si carajo!, somos como hermanos, pásame el vino.
Siempre abrazados y queriendo que no se acabe el licor, deseando que ese momento no se termine y como dije fue la mejor porquería que me pasó esa noche, "ya eramos adultos consagrados".
El tema ya habrán leído es "Mi primera vez" y con esto no me refiero a mi primera vez en el sexo; sino a mi primera borrachera, chupeta, sesión de alcohol, o como quieran llamarla. Bueno por ser mi primera publicación en este blog he decidido llamarla tambien de este modo "Mi Primera Vez".
No estaba dispuesto a perderme el Año Nuevo, ya me habia preparado con varios días de anticipación la compra de todo tipo y clase de bombardas, cohetes, ratablancas en fin cualquier cosa que explotase y produjera un ruido estruendoso. Como ya saben muchas personas se inician en la aventura diabólica del alcohol a temprana edad, mi caso fueron a los 13 y por supuesto el culpable fue la algarabía que produce el año nuevo.
Después de haber reventado toda la polvora que pude encontrar, ¿qué más se podía hacer?, y las ganas de vivir estaban despertando más que nunca y esos anhelos de querer ser un adulto lo más antes posible y hacer lo que ellos hacían a sus anchas.
-Hey!, sobró un Champagne- gritó uno de mis primos.
-Pues a chuparlo- dijo otro.
Y yo por supuesto con un poco de paltas acepté.
-Al diablo con las culpas y sigamos bebiendo -exclamé después de media hora- falta el vino carajo!!!.
Estuvimos dale y dale con el Champagne y luego con el vino que ya ni recuerdo la marca, lo que parecía una fiesta de nunca acabar, me pasaron la voz después que sólo duró 2 horas. Sin embargo dentro de esas dos horas recuerdo que eramos los mejores en ese momento, que podíamos conquistar el mundo, que los adultos nos habían engañado con ese cuento que el alcohol hace daño.
-Oe' primo, nosotros somos como hermanos, siempre estaremos unidos tú eres mi pata. -Si carajo!, somos como hermanos, pásame el vino.
Siempre abrazados y queriendo que no se acabe el licor, deseando que ese momento no se termine y como dije fue la mejor porquería que me pasó esa noche, "ya eramos adultos consagrados".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)