Este es el primer tema de una serie de relatos y anécdotas que en este blog llamado Huellas Noctunas comenzaré a publicar. Espero sus opiniones y también por supuesto sus críticasque serán bievenidas -(nada de insultos)-.
El tema ya habrán leído es "Mi primera vez" y con esto no me refiero a mi primera vez en el sexo; sino a mi primera borrachera, chupeta, sesión de alcohol, o como quieran llamarla. Bueno por ser mi primera publicación en este blog he decidido llamarla tambien de este modo "Mi Primera Vez".
No estaba dispuesto a perderme el Año Nuevo, ya me habia preparado con varios días de anticipación la compra de todo tipo y clase de bombardas, cohetes, ratablancas en fin cualquier cosa que explotase y produjera un ruido estruendoso. Como ya saben muchas personas se inician en la aventura diabólica del alcohol a temprana edad, mi caso fueron a los 13 y por supuesto el culpable fue la algarabía que produce el año nuevo.
Después de haber reventado toda la polvora que pude encontrar, ¿qué más se podía hacer?, y las ganas de vivir estaban despertando más que nunca y esos anhelos de querer ser un adulto lo más antes posible y hacer lo que ellos hacían a sus anchas.
-Hey!, sobró un Champagne- gritó uno de mis primos.
-Pues a chuparlo- dijo otro.
Y yo por supuesto con un poco de paltas acepté.
-Al diablo con las culpas y sigamos bebiendo -exclamé después de media hora- falta el vino carajo!!!.
Estuvimos dale y dale con el Champagne y luego con el vino que ya ni recuerdo la marca, lo que parecía una fiesta de nunca acabar, me pasaron la voz después que sólo duró 2 horas. Sin embargo dentro de esas dos horas recuerdo que eramos los mejores en ese momento, que podíamos conquistar el mundo, que los adultos nos habían engañado con ese cuento que el alcohol hace daño.
-Oe' primo, nosotros somos como hermanos, siempre estaremos unidos tú eres mi pata. -Si carajo!, somos como hermanos, pásame el vino.
Siempre abrazados y queriendo que no se acabe el licor, deseando que ese momento no se termine y como dije fue la mejor porquería que me pasó esa noche, "ya eramos adultos consagrados".
El tema ya habrán leído es "Mi primera vez" y con esto no me refiero a mi primera vez en el sexo; sino a mi primera borrachera, chupeta, sesión de alcohol, o como quieran llamarla. Bueno por ser mi primera publicación en este blog he decidido llamarla tambien de este modo "Mi Primera Vez".
No estaba dispuesto a perderme el Año Nuevo, ya me habia preparado con varios días de anticipación la compra de todo tipo y clase de bombardas, cohetes, ratablancas en fin cualquier cosa que explotase y produjera un ruido estruendoso. Como ya saben muchas personas se inician en la aventura diabólica del alcohol a temprana edad, mi caso fueron a los 13 y por supuesto el culpable fue la algarabía que produce el año nuevo.
Después de haber reventado toda la polvora que pude encontrar, ¿qué más se podía hacer?, y las ganas de vivir estaban despertando más que nunca y esos anhelos de querer ser un adulto lo más antes posible y hacer lo que ellos hacían a sus anchas.
-Hey!, sobró un Champagne- gritó uno de mis primos.
-Pues a chuparlo- dijo otro.
Y yo por supuesto con un poco de paltas acepté.
-Al diablo con las culpas y sigamos bebiendo -exclamé después de media hora- falta el vino carajo!!!.
Estuvimos dale y dale con el Champagne y luego con el vino que ya ni recuerdo la marca, lo que parecía una fiesta de nunca acabar, me pasaron la voz después que sólo duró 2 horas. Sin embargo dentro de esas dos horas recuerdo que eramos los mejores en ese momento, que podíamos conquistar el mundo, que los adultos nos habían engañado con ese cuento que el alcohol hace daño.
-Oe' primo, nosotros somos como hermanos, siempre estaremos unidos tú eres mi pata. -Si carajo!, somos como hermanos, pásame el vino.
Siempre abrazados y queriendo que no se acabe el licor, deseando que ese momento no se termine y como dije fue la mejor porquería que me pasó esa noche, "ya eramos adultos consagrados".
1 comentario:
Hola Wil. Mi nombre es Wilmer, al parecer tenemos mucho de común, compadre. También estudio Administracion en la San Marcos.
Yo creo que mi primera chupeta fue en mi viaje de promo. Bravaza, alucinante (sin estupefacientes, claro) e inolvidable. Y, efectivamente, eso es lo que sucede cuando chupas con puros patas: "eres como mi hermano", "cuando sea gerente de telefonica, los voy a llamar, carajo!!", "vas a ser el padrino de mi matrimonio"; y demás bobadas que con tanta vehemencia pronunciamos solo con alcohol de por medio. Cuando te metes una juerga con flacas sucede cosas distintas: a veces broncas, a veces agarres, a veces escapadas, a veces moqueos, de todo y con todas. Bueno, saludos pues compadre, vi tu blog en peru21, y como tambien eres sanmarquino me llamo la atencion. Exitos con el blog, está chevere, pero no piensen que todos los sanmarquinos somos igual de juergueros como el dignatario; otros somos más, otros menos.
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